lunes, 28 de diciembre de 2015

¿Es necesaria la música para vivir?

A menudo caemos en el error de anteponer aquello que hemos estudiado por encima de todo. Si provenimos del campo de las ciencias para nosotr@s serán las más importantes y las que mueven el mundo, si somos de letras pensaremos que son básicas para mantener una comprensión, conversación y relaciones con el resto de seres humanos, pero, ¿en qué lugar se encuentra la música? ¿esta por encima o por debajo de las letras o las ciencias? Tómate tu tiempo, y lo descubrirás. 
La música es un lenguaje codificado creado por el ser humano para incrementar su placer y comunicación. Es una gran invención fuera de la común elaborada por la mente y el ente humano. Todo ser humano posee música dentro, (dato que no podemos decir sobre otras ciencias) la necesita y a lo largo de su vida genera su propia música. Esto, es una gran necesidad que no entiende si somos hombres o mujeres, de que país venimos ni cual ha sido nuestra condición social. Aquellas personas, que defienden que la música no es importante y que podían prescindir de ella, sólo nos conducen a pensar de ellos que poseen cierto grado de rareza por no aportar otros adjetivos... En realidad, casi la mayor parte de la población sabe perfectamente que tipo de música necesita en cada momento.  

Gracias a la evolución constante en la que se encuentra la música, encontramos otro apartado de ella no menos importante que otros pero sí esencial ya que dentro del momento en el que se encuentra es primordial desde sus inicios, conlleva un proceso evolutivo por el cual obtendremos grandes resultados: estimulación musical temprana. El feto, es capaz de oír a partir de la semana número diez y a las dieciocho semanas ya es funcional.  Desde que comienza este proceso auditivo, al feto le comienzan a llegar cualquier sonido: voces, sonidos digestivos de la madre, ritmos cardiacos, la voz de su madre... 
En la actualidad existen multitud de cursos para que la mamá pueda comunicarse sonoramente a su bebé aproximadamente desde los cuatro meses y medio. Es una acción altamente positiva para la madre, ya que este proceso conlleva un vínculo que se va haciendo cada vez más fuerte entre la mamá y su bebé. 


Independientemente si desde bebés nuestros padres se han encargado de estimularnos a través de la música, adecuadamente, la música se trasmite por contacto real con ella o por contagio. Si los papás han cantado, tocan algún instrumento o tienen hábitos de escuchar música, el niño tendrá más posibilidades de desarrollar un gran interés por ella así cómo por actividades artísticas.
Por ello, entendemos que una persona musical, es aquella que se siente atraído por la música y la incluye en su día a día.  Dicha persona, la cual ha escuchado, observado y captado una enorme cantidad de música, guarda en su memoria un gran tesoro sonoro indescriptible.

Por lo tanto, como reflexión final sólo te voy a pedir una cosa: intenta pensar lo que sería un día de tu vida sin música. ¿Serías capaz de aguantar 24 horas sin escuchar ningún sonido melódico?¿Afectaría esto a tu modo de vida, tu estado de ánimo, tu ritmo cardiaco?

Piénsalo, imagina un día sin música y a su vez imagina un día en el que no tengas contacto con la tecnología, los números ni las letras, sólo la música. ¿Cómo sería ese día para ti?




No hay comentarios:

Publicar un comentario